Un
órgano vestigial es un
órgano cuya función original se ha perdido durante la
evolución. En
1893, Robert Wiedersheim publicó una lista de 86 órganos humanos de los que se desconocía su función. Teorizando que eran vestigios de la evolución, los llamó "vestigiales".
Hoy en día, la lista de órganos humanos considerados como vestigiales es mucho menor, y muy debatida. Incluye, por ahora, el apéndice y el coccix. Mucha gente mantiene que el coccix es el resto de una cola perdida. Las muelas del juicio también son vestigiales. Asimismo, la plica semilunaris, es un residuo
vestigial de la membrana nictitante (el tercer párpado) en otros animales.